viernes, 12 de agosto de 2016

DADIS CIERRA RESTAURANTES EN CARTAGENA

"Lo que sucede por descuidar las BPM"

Ante la proliferación de plagas como las cucarachas, el Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis) aplicó medida de suspensión temporal de actividades a los restaurantes Don Jediondo y Maxi Pasta en el Centro Comercial Mall Plaza.
Además, en el restaurante Maxi Pasta se decomisaron lasañas y canelones que no contaban con el rotulado que permite proporcionar al consumidor información sobre el producto lo suficientemente clara y comprensible de modo que no induzca a engaño especialmente lo referente a su fecha de vencimiento.
El Dadis recordó que el rotulado de los alimentos debe especificar nombre del alimento, lista de ingredientes, instrucciones para la conservación, lote, registro sanitario, fecha de vencimiento (no adhesivo/sticker), nombre y dirección del fabricante o envasador, instrucciones de uso y fecha de fabricación.

Zona de comidas del Mall Plaza está aceptable pero debe hacer reparaciones

“En términos generales, la zona de comidas del Mall Plaza se encuentra en condiciones aceptables pues el Dadis inspeccionó los 14 restaurantes que allí se encuentran, Mientras a estos dos se les dictó medida de suspensión de actividades, en los otros 12 se halló que cumplen las normas y por lo tanto siguen funcionando normalmente”, informó la directora del Dadis, Adriana Meza.
“Sin embargo, el centro comercial debe hacer reparaciones locativas como el shut de basuras de la zona de comidas pues el piso está deteriorado, los drenajes se encuentran sin protección y las puertas sin malla”, advirtió la directora del Dadis.
“Se le recomendó al administrador del Centro Comercial que cuando fueran a fumigar los establecimientos, se hiciera de manera simultánea en todos pues si lo hacen de forma individualo, las plagas emigran de un establecimiento a otro”, advirtió por su parte, Gustavo Orozco, líder del Programa de Inspección, Vigilancia y Control de Medicamentos y Alimentos del Dadis.
A todos estos establecimientos el Dadis les ha exigido el cumplimiento de normas sanitarias para funcionar. Una vez cumplen, solicitan nuevamente la visita de verificación y pueden volver a abrir sus puertas al público.
El Dadis aclara que en este momento, los últimos dos restaurantes a los que se les dictó medida de suspensión de actividades se encuentran tomando las medidas para superar los inconvenientes encontrados por lo que se puede encontrar personal laborando, sin embargo, no pueden ofrecer aún los productos hasta tanto no soliciten la visita de verificación de cumplimientos al Dadis y esta entidad les levante la medida.
“Si ellos persisten en incumplimiento o levantan arbitrariamente la medida se emprende un proceso disciplinario que podría terminar en el cierre definitivo del establecimiento”, advirtió la directora del Dadis.

DADIS Cartagena

CIERRE DE PLANTAS DE BENEFICIO ANIMAL EN COLOMBIA

PUESTA EN MARCHA DE LA REGLAMENTACIÓN SANITARIA DE LA CADENA CÁRNICA EN COLOMBIA

Decreto 1500 - Reglamentación en el sector cárnico

                                                      

El pasado 4 de Agosto de 2016, el Director  General del Invima, el señor Javier Guzmán Cruz pone en conocimiento al país la  inminente aplicación de la nueva reglamentación sanitaria de la cadena cárnica.

A partir del 9 de agosto de 2016 inicia la implementación gradual de los decretos 1500 de 2007 y 2270 de 2012, que definen los requisitos sanitarios que deben cumplir las plantas de beneficio animal, es decir, carne bovina, aviar y porcina en todo el territorio nacional.
El Invima, como autoridad sanitaria del país, busca que los colombianos adquieran productos cárnicos con los más altos estándares de calidad y que no afecten la salud.
Colombia demuestra el compromiso del gobierno por garantizar que los alimentos que lleguen a la mesa de los colombianos no causen daño a la salud. El objetivo fundamental de esta nueva reglamentación es reducir las Enfermedades Trasmitidas por Alimentos (ETA) –se estima que ocurren doscientos cuarenta mil casos de ETA al año en Colombia– y los casos de envenenamiento agudo y crónico con contaminantes químicos, incluyendo anabólicos, antibióticos y metales pesados. Sin embargo, este esfuerzo no deja de ser un enorme desafío para el país.

La implementación de la reglamentación se dará con un enfoque “de la granja a la mesa”, donde se definen los requisitos sanitarios que se deben cumplir a lo largo de toda la cadena productiva de carne de vaca, cerdo y pollo. Estos requisitos incluyen las condiciones de los animales en las fincas, inspeccionadas por el ICA; las condiciones del sacrifico y procesamiento, vigiladas por el Invima, y los requisitos de transporte, comercialización y expendio, controladas por las secretarías de Salud departamentales y municipales.

En el sacrificio y procesamiento de carne se presentan grandes cambios, incluyendo la obligación de enfriarla lo más pronto posible después del sacrificio, el mantenimiento ininterrumpido de la cadena de frío hasta el consumidor, la implementación de programas de control y mitigación de patógenos y la medición de residuos de medicamentos veterinarios y contaminantes químicos. 

El cumplimiento de estos estándares requiere la racionalización, industrialización y tecnificación de las plantas de sacrificio animal. El país debe culminar exitosamente el ejercicio que inició hace siete años, liderado por los gobernadores, de reducir el número de centros de sacrificio pequeñas y apostarle a plantas regionales, que logren economías de escala, viabilidad económica y adecuados estándares sanitarios. Para lograr este objetivo, se necesita el compromiso y apoyo del Gobierno Nacional, departamental y municipal.

El Gobierno, a través de la Comisión de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, estableció que la implementación de la normativa es gradual con un plazo máximo de dos años. Así mismo, decidió que fortalecerá las líneas de crédito del Banco Agrario y Bancóldex, concluirá el diseño de proyectos tipo para plantas de autoconsumo y centros de abastecimiento de carne, liderará la lucha contra la ilegalidad y ofrecerá, a través del Invima, acompañamiento técnico a las plantas de sacrificio de todo el país. Los gobiernos departamentales, por su parte, deben apoyar la implementación de los planes de racionalización que ellos mismos determinaron, disponiendo recursos que pueden proceder del impuesto de degüello que se paga cada vez que se sacrifica un animal. Los gobiernos municipales deben apropiar el concepto de la racionalización, apoyando las plantas regionales, así no estén en su municipio, y desarrollando alternativas logísticas, como los centros de abastecimiento municipal, que permitan abastecer sus poblaciones con carne de calidad. 

El Invima jugará un papel fundamental en la implementación de esta normativa sanitaria. Por un lado, apoyará técnicamente a las plantas de sacrificio incluidas en los planes de racionalización a cumplir con los estándares sanitarios y, por el otro, cerrará las plantas de sacrificio que no fueron incluidas en los mismos o que no presentaron planes graduales para cumplir los decretos. 

Estimamos que en el primer año de implementación de esta normativa, tendremos que cerrar 233 plantas de sacrificio de la especie bovina, 75 porcina y 7 aviar, que corresponden al 11, 3 y 0,5 por ciento del volumen de sacrificio nacional por especie, respectivamente. 

La aplicación de la nueva reglamentación sanitaria implica importantes cambios para la industria cárnica, recursos privados y públicos y voluntad política, pero dará las garantías necesarias para el consumo de un alimento seguro y de calidad. Los colombianos merecemos consumir carne en condiciones óptimas que no afecten nuestra salud.